¿Qué harías si te anuncian que la sección donde trabajas será automatizada en pocos meses?

Por: Carlos Graham, Managing Director Accenture

Imagina que eres un trabajador de una línea ensambladora y un día tu jefe te anuncia que tu sección en la fábrica será automatizada en seis meses.

La empresa inicia un proceso de transición para ti en otra área que incluye nuevas tareas que requieren un conjunto de nuevas habilidades. Has trabajado toda tu vida en esto y no te sientes seguro de lograr hacer tu nuevo rol con éxito. Tus ahorros son limitados, tienes dos hijos en el colegio, tus suegros viven contigo y padecen de una enfermedad que requiere constante apoyo y eres el único que aporta económicamente al hogar.

Esta es una historia de una persona real, quien tuvo que desarrollar nuevas habilidades como respuesta al cambio tecnológico. Historias como esta son cada vez más comunes y aunque esta historia terminó con éxito, no siempre es así, ya que los trabajadores no tienen la motivación para realizar la transición o las empresas no brindan las herramientas y el ambiente para hacerlo.

Hoy las tecnologías emergentes como Big Data, Analytics, Inteligencia Artificial, Robótica, Quantum Computing, Edge, entre otras, están dando una nueva forma al empleo y redefiniendo las habilidades requeridas a lo largo de las industrias y regiones geográficas.  

En la medida que estas tecnologías emergentes se puedan ver como un futuro donde las máquinas y los humanos se complementan, las oportunidades para las empresas y las personas son enormes. Según el estudio de “Reworking the Revolution” de Accenture, a nivel mundial en el 2022 solo con inteligencia artificial se espera un incremento de ingresos del 38 % y del 10 % en empleo.

Sin embargo, una brecha en las habilidades necesarias para ser exitoso en el nuevo entorno digital representa un reto para la capitalización de esta oportunidad. Los trabajadores requerirán de habilidades técnicas y digitales donde se destacan arquitectura tecnológica, metodologías agiles, analítica de datos, DevOps (una cultura más ágil, entregando productos a mayor velocidad y de mayor calidad) y ciberseguridad, complementadas con habilidades blandas como colaboración, inteligencia emocional, comunicación, mentalidad analítica y empoderamiento. En el caso particular de Latinoamérica, donde aproximadamente el 80 % de la población laboral tiene un bajo nivel en habilidades digitales, esto representa un reto aún mayor, ya que el 97 % de las empresas planea utilizar inteligencia artificial para ser más eficientes, pero solo el 3 % planea aumentar la inversión en reentrenamiento de su fuerza laboral.

Ahora bien, el entorno post pandemia ha ayudado a sensibilizar a los ejecutivos en transformar la propuesta de valor a sus empleados. El estudio de “Care to do Better” y “Future Workforce Research” de Accenture muestra que antes de la pandemia el 67 % de los trabajadores creían firmemente que su empleador era responsable de ayudarlos a mejorar su situación, pero solo el 35 % del “C Level” estaba de acuerdo. Durante la pandemia encontraron que la ambición de los empleados respecto a la responsabilidad de las empresas en su bienestar subió al 78 % y ahora el 55 % del “C Level” concuerda.

Esto está llevando a las empresas a desarrollar propuestas de valor de empleados más integrales alrededor de un modelo llamado “Net Better off”, donde se demuestra que el 64 % del potencial de las personas se explica en seis dimensiones: Financiero, Emocional y Mental, Relacionamiento, Físico, Con Propósito y Empleable.

El deseo de las empresas a involucrarse más en el bienestar de sus empleados y los avances en tecnología empieza a abrir oportunidades en el desarrollo de nuevas habilidades con el fin de hacer una diferencia en la vida de las personas, vislumbrando un futuro laboral incluyente en el cual todos los trabajadores tengan la motivación, los medios, herramientas y la oportunidad para adaptarse y prosperar en la economía digital.