En los últimos años, la participación de las mujeres en las juntas directivas ha ganado una atención significativa, no solo por una cuestión de equidad de género, sino también por los beneficios comprobados que aporta la diversidad en los órganos de decisión.
En este blog, exploraremos cómo la inclusión de mujeres en las juntas directivas contribuye a la creación de organizaciones más sostenibles y competitivas. Para hacerlo, invitamos a María Andrea Trujillo y Alexander Guzmán, quienes desde el Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA), donde fundaron y codirigen el Centro de Estudios en Gobierno Corporativo, han liderado iniciativas que promueven la equidad y la transparencia en las juntas directivas, con un enfoque especial en el liderazgo femenino.
Con doctorados en Administración y un profundo compromiso con la investigación aplicada, han logrado establecer un diálogo constante entre la academia y el sector empresarial, generando impacto y reflexiones que trascienden las aulas y se convierten en acciones concretas para construir una mejor sociedad.
ISA: ¿Por qué es importante la participación de mujeres en las juntas directivas?
A y A: La inclusión de mujeres en las juntas directivas no solo es un tema de equidad, sino también de rendimiento empresarial. Estudios exhaustivos, como los realizados por Post y Byron (2015), revelan que una mayor diversidad de género en las juntas directivas se traduce en un aumento de la rentabilidad sobre activos y un mejor desempeño en el mercado. Además, las mujeres aportan una perspectiva única que mejora la supervisión y la estrategia empresarial, lo que beneficia la toma de decisiones a nivel corporativo.
ISA: ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan las mujeres al buscar roles de liderazgo en las juntas directivas?
A y A: Es una realidad que el entorno corporativo en posiciones de liderazgo ha sido predominantemente masculino y, por lo tanto, llegar a dichas posiciones en donde no han estado representadas las mujeres, no se genera de manera natural. En valores promedios a escala global los hombres ocupan el 90% de las presidencias de las compañías y el 80% de los puestos en las juntas directivas. Para lograrlo hay que abrirle la puerta a la diversidad de género gestionando todos los prejuicios y estereotipos que siguen estando ahí y que limitan su llegada a estos roles.
Lo que si sabemos, con evidencia empírica, es que en Colombia sí existe el talento femenino cualificado para llegar. Nuestra tarea es visibilizarlo, facilitar que ejerzan estos roles y lograr que tanto hombres como mujeres se desarrollen en estos espacios tan importantes para las organizaciones y así podamos disminuir las brechas existentes en este sentido.
ISA: ¿Cuáles son los beneficios tangibles de tener mujeres en las juntas directivas?
A y A: La evidencia: las empresas con mayor diversidad de género en sus juntas directivas no solo tienen mejores resultados financieros, sino que también experimentan mejoras en su reputación social y prácticas de gobierno corporativo. Por ejemplo, la investigación del Centro de Estudios en Gobierno Corporativo del CESA muestra que las empresas con juntas directivas diversas tienden a tener niveles más altos de transparencia corporativa y un mejor desarrollo de políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI).
ISA: ¿Cómo promover la participación de mujeres en juntas directivas?
A y A: Es fundamental crear un entorno que promueva la participación femenina desde varios frentes. Las empresas deben implementar políticas que incentiven la inclusión de perfiles femeninos en sus juntas directivas y ofrecer programas de formación específicos para mujeres líderes. Asimismo, es crucial visibilizar los logros y capacidades de las mujeres a través de iniciativas como bancos de hojas de vida y redes de networking. El apoyo de diferentes actores, incluyendo la academia, el sector empresarial y las entidades reguladoras, es clave para construir un ecosistema en el que las mujeres puedan desarrollarse y sobresalir en estos roles.
La inclusión de mujeres en las juntas directivas no es solo un tema de justicia social, sino también una estrategia de negocio inteligente. La diversidad de género en los niveles más altos de la empresa no solo mejora el rendimiento financiero, sino que también impulsa la innovación y la transparencia. A medida que más mujeres logran acceder y destacarse en estos roles, el impacto positivo en las organizaciones y en la sociedad en general se hace cada vez más evidente. Con iniciativas como las lideradas por Andrea Trujillo y Alex Guzmán, estamos un paso más cerca de lograr un entorno corporativo más equitativo y exitoso para todos.